Cuestionarte se celebró en La Sede COAM, Sala Mercadal del 19 de febrero al 14 de marzo de 2014.
Las piezas presentadas en la muestra fueron las siguientes:

Menú Humano.

El gobierno colombiano emitió una normativa en 2005 en la que se que se especificaba la cuantía a pagar por facilitar información o entregar a guerrilleros (vivos o muertos) y material armamentístico. Los llamados falsos positivos son los casos de civiles inocentes que fueron asesinados y entregados con uniformes militares para cobrar estas recompensas. Las Madres de Soacha es una organización de mujeres que conocimos y que reivindica la inocencia de sus hijos, asesinados y utilizados como moneda de cambio en este conflicto armado. A día de hoy, y a pesar de las amenazas, continúan luchando por esclarecer los casos de asesinato de estos jóvenes ante la justicia.
En esta pieza he querido representar la sensación que despertó en mí conocer de primera mano lo que realmente eran los falsos positivos y cuál fue el origen de esa barbarie: una mezcla entre carnicería y menú humano, donde el comercio de la carne por la carne hiere cualquier sensibilidad y abre los ojos sobre hasta dónde somos capaces de llevar el horror.

El miedo conmigo.

El miedo latente en el país fue lo que, en primer lugar, más me impactó. Miedo a que te maten, a que te secuestren, a denunciar, a que no haya justicia, a salir a la calle más tarde de determinada hora, a coger determinado tipo de taxi, a moverte por determinados barrios, a no saber bien dónde estás seguro…
Esconder la cabeza como el avestruz para no querer ver o para sentirse protegido. En el contexto colombiano -en realidad en cualquier otro también- ambas son tan comprensibles como criticables. Mirar hacia otro lado no soluciona los problemas, no ya de uno, sino los comunes al resto de la sociedad. Y, por otro lado, sentirse protegido por esconderse no sólo no protege sino que incluso puede hacernos más vulnerables. En realidad muchas de las víctimas nunca sospecharon que pudieran llegar a ser víctimas. Cualquiera puede ser víctima potencial y sólo una actitud valiente de denuncia y ganas por variar la situación puede hacer que se reduzca esa potencialidad. Aún así, el miedo siempre está presente..